Mariela Hernández Vega
Mariela Hernández Vega: La voz poética que despierta emociones
En la quietud de la noche, cuando el mundo parece detenerse, Mariela Hernández Vega encuentra su mejor compañía en las palabras. Sus versos nacen con la fuerza de quien lleva la poesía en la sangre y la transforma en un eco que resuena en cada lector.
Originaria de Chignahuapan, pero con raíces bien plantadas en Zacatlán, Mariela no descubrió la poesía, sino que la poesía la encontró a ella. Desde niña, escribía sin pensar en géneros ni etiquetas, solo guiada por la necesidad de dar forma a sus pensamientos.
Con el tiempo, sus versos encontraron caminos inesperados: fueron leídos en radio y televisión por Susana Alexander y aplaudidos en encuentros nacionales e internacionales.
Lo que distingue a Mariela no es solo su trayectoria, sino la intensidad con la que vive cada poema. Su pluma se desliza entre el erotismo y la ternura, entre la nostalgia de la niñez y la lucha por la libertad. Escribe sobre lo que la conmueve: la ecología, los derechos de las mujeres, la paz.
No busca temas, ellos la encuentran y se convierten en tinta.
A continuación, en la voz de la poeta, un poema erótico:
La noche es su aliada.
Es en ese silencio donde sus ideas toman forma, donde las palabras se ordenan como un hechizo que atrapa al lector.
Ser abuela a los 34 años sumó una nueva dimensión a su poesía. Su nieta no solo ha sido inspiración, sino también una cómplice en este viaje literario, declamando sus versos y llevándolos a escenarios escolares con la misma pasión con la que fueron escritos.
Entre sus obras más queridas se encuentra “La niña”, un poema que late con la fuerza de sus propias vivencias, y la antología “El grito de las musas”, un espacio donde su voz se entrelaza con la de otras poetas.
Mariela ha leído a Amado Nervo y a López Velarde, pero su estilo es suyo, sin moldes ni ataduras.
Cada encuentro literario en el que participa es una oportunidad para compartir su arte, para tocar corazones con la magia de sus versos.
Su poesía no solo se lee, se siente, se vive, se queda.